jueves, 12 de febrero de 2009

Entre la realidad y la historia

Las primeras medidas del nuevo presidente norteamericano se dirigen sobre una tendencia de cambio evidente. Pero, en ocasiones, la línea recta marcada en el horizonte por Barack Obama, ve como queda retorcida y abollada por diversas cuestiones. En las portadas de hoy, Obama es el presidente de la historia, a colación de la conmemoración del bicentenario del nacimiento de Abraham Lincoln. Sin embargo, también es el presidente de la realidad que concierne al mundo entero tras conseguir el apoyo del Parlamento estadounidense —Congreso y Senado— para estimular la economía con 837.000 millones de dólares.
Hace tan sólo una semana, Obama veía curvado su carril de futuro. «La renuncia de dos cargos genera dudas sobre la ética de la era Obama», era el titular que publicaba El País en su primera página de Internacional, el pasado miércoles 4 de febrero. Tras el escándalo del nuevo secretario del Tesoro, Timothy Geithner, y la renuncia del actual gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, se unían las renuncias de Tom Daschle —hombre elegido para dirigir la Secretaría de Salud— y de Nancy Killefer —aspirante al cargo de supervisora de la eficiencia del gasto de la Casa Blanca—, ambos por escándalos ante el impago de impuestos. «Como es evidente, esto de que los responsables políticos se olviden de pagar impuestos despierta una enorme sensibilidad popular, máxime en un momento en el que todas las familias se empobrecen y el Estado se endeuda para acudir al rescate de la economía», detallaba Antonio Caño para El País.
Sin embargo, ante las dudas suscitadas por el nuevo presidente ante elecciones equivocadas para formar su gabinete, la realidad es más fuerte cada día y en eso, los mismos políticos norteamericanos que oscurecen la blanca fachada del Capitolio, también se acogen a su responsabilidad como representantes y olvidan las premisas de partido. Ayer, el Senado aprobaba el plan de estímulo de Obama para salvar la economía. Y al mismo tiempo que 61 senadores a favor y 37 en contra daban su brazo a torcer, impulsando la resurrección de la producción y el consumo para crear empleos por el precio de unos 641.000 millones de euros —el 5,6% del PIB—; Tim Giethner anunciaba los detales de otro plan de intervención de la actividad crediticia que incluye el aumento de hasta el billón de dólares de los principales programas de préstamos de la Reserva Federal. «El plan de Obama es ligeramente superior al plan Marshall de 1947 para reconstruir la Europa de posguerra cuyo coste fue equivalente al 5,4% del PIB estadounidense», informaba El País.
Hoy, cuando los diarios norteamericanos anunciaban el acuerdo de los líderes estadounidenses para apoyar el paquete de medidas para generar empleo, que asciende a casi 790 billones de dólares —como informa The Washington Post—, Obama es por un momento presidente en la historia. «Hoy se cumple el bicentenario del nacimiento del 16º presidente de EE UU que abre las compuertas, sobre todo en su país, a una explosión de lincolnmanía reflejada en centenares de nuevos libros sobre su figura política, su personalidad y sus contradicciones [...] El viento de fronda avivado por Obama, el primer negro en llegar a la Casa Blanca, ha puesto de actualidad la figura de Abraham Lincoln. Barack sería el último eslabón de la cadena iniciada por Lincoln con el decreto de emancipación de los esclavos y, lo que es más importante, con la posterior constitucionalización de su libertad a través de la decimotercera enmienda a la Constitución», interpretaba Francisco G. Basterra para El País.

1 comentario:

Daniel Gonzálvez dijo...

Desde luego que este Obama hace honor al nombre de su partido. Lo ha demostrado intentando incluir en su gobierno a miembros del partido rival, aunque algunos no hayan aceptado la propuesta. Es admirable que un político quiera que las ideas de todos los ciudadanos se vean representadas. Espero que salga bien y no tenga razón Putin al afirmar que "las mayores decepciones nacen de grandes esperanzas".

P.D. Gregor separa los párrafos. Visualmente es muy espeso para nosotros tus lectores. XD

Un saludo.