martes, 25 de noviembre de 2008

El nuevo gabinete económico anticrisis

Ante un contexto económico más que desolador, evidenciado cada día por las fuertes caídas de las bolsas de todo el mundo y las profundas dificultades de cada vez más familias a lo ancho de Norteamérica, Barack Obama ha querido demostrar en la primera presentación de su nuevo equipo de gobierno que en su proyecto presidencial radica una contundente prioridad: salvar al país del caos económico. Él mismo reconoce que no será nada fácil y que antes deberá sufrir junto a todo EE UU una crisis «larvada durante muchos años».
Este lunes 24, el presidente electo de Estados Unidos presentó a las figuras de su nuevo gabinete económico. Entre ellas, destaca el futuro secretario del Tesoro Timothy Geithner. Junto a él, estarán Larry Summers, al frente del Consejo Económico Nacional; Christina Romer, que ocupará la presidencia del Consejo de Asesores Económicos, y Melody Barnes, que dirigirá la Oficina de Política Doméstica. El Mundo destacaba hoy en su edición impresa las palabras de Obama en referencia a su nuevo gabinete: «He buscado a líderes que puedan ofrecer una sólida capacidad de juicio, una experiencia profunda y una riqueza de ideas». Además, los miembros del nuevo equipo económico poseen la baza de formar una estructura cohesionada bajo el patrón común de «ser discípulos del que fuera secretario del Tesoro durante la Presidencia de Bill Clinton, Robert Rubin», subrayaba Ricard González en El Mundo. A pesar de que «tanto Geithner como Summers pueden ser considerados como seguidores de la línea marcada por Rubin, representante del ala económica liberal dentro del Partido Demócrata» (El País), el futuro gabinete «parece inclinarse por aplicar recetas opuestas a buscar un presupuesto equilibrado, apostando por aumentar de forma sustancial el déficit público con programas de obras públicas» (El Mundo).
También en la jornada de hoy, Obama ha presentado a nuevos rostros de la gestión económica estadounidense. Se trata de Peter Orszag y Rob Nabors, respectivamente futuros director y subdirector de la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca.
La presentación de los nuevos responsables de la economía estadounidense fue aprovechada por Barack Obama para reiterar sus mensajes de compromiso ante una crisis profunda. «Las cosas irán peor antes de que puedan mejorar y la recuperación no será rápida», indicaba Obama en la rueda de prensa de este lunes. Es por ello que quiso anunciar una «gigantesca inyección de dinero público en infraestructuras y servicios sociales, que permita remontar una crisis que calificó "de proporciones históricas"», publicaba El País. Hoy, Obama ha querido reafirmar ese mensaje con una voluntad inequívoca de llevar a cabo una reforma de los presupuestos. «En tiempos de cambio, cuando nos enfrentamos a los riegos del déficit y al hundimiento de la economía, la reforma de los presupuestos no es una opción, es un imperativo», transcribe The Washington Post ante el discurso de Obama. Su primer plan de rescate destinará 700 billones de dólares para salvar unos dos millones y medio de puestos de trabajo durante los próximos dos años.
En definitiva, el futuro jefe de Estado norteamericano quiso dejar clara su máxima dedicación en ganar la batalla a la crisis. «Es importante, dada la incertidumbre de los mercados y la legítima ansiedad que sienten los estadounidenses, que todos los ciudadanos sepan que su nuevo presidente tiene un plan y actuará de manera rápida y contundente», subraya The New York Times en palabras del presidente electo.

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